Por su cercanía e integración económica con Estados Unidos, México será el mayor país latinoamericano en beneficiarse de la inversión extranjera que busca trasladar operaciones de China a destinos más amigables con la primera economía mundial. Sin embargo, analistas de la empresa de riesgo crediticio Moody’s advirtieron en un reporte el miércoles que las limitaciones de la infraestructura, los riesgos asociados al cambio climático y las políticas públicas siguen obstaculizando la entrada de empresas al país.
“Muchas empresas siguen anunciando la reubicación de sus operaciones y la construcción de plantas en México, y el flujo de inversiones se intensificará en los próximos dos o tres años”, dice el reporte, firmado por los especialistas Martina Gallardo, Marcos Schmidt y Marianna Waltz, “sin embargo, si bien el cambio implicará beneficios tangibles para sectores y estados específicos de México, el nearshoring por sí solo no aumentará las perspectivas de crecimiento del país a mediano plazo por encima del 2% sin algunos cambios estructurales. Las limitaciones de infraestructura, los obstáculos de políticas públicas y los riesgos físicos del cambio climático representan las principales deficiencias estructurales que limitarán los beneficios del nearshoring en México”.
El contexto para la región latinoamericana en su totalidad es negativo. Según Moody’s, Las empresas no financieras de América Latina enfrentarán implicaciones crediticias en 2024 debido a cuatro temas principales: tasas de interés más altas por más tiempo, adaptación a cambios estructurales, reformas y regulaciones, y polarización. “Las tensiones geopolíticas y presiones sociales influirán en gran medida en las prioridades estratégicas de la industria y las políticas públicas en los mercados emergentes en 2024″, dice el reporte.
Los altos costos de vida, la seguridad alimentaria y los desastres climático intensificarían las tensiones sociales, lo que dificultará el avance de políticas internas e incentivarían la intervención gubernamental. Esto, dicen los especialistas, reprimirá la inversión y afectaría las condiciones de negocio, los márgenes y los ingresos fiscales. En este contexto, México destaca entre sus pares como un destino “seguro ante la intensificación de los riesgos sociales en América Latina”.
El riesgo en México, advierten, es regulatorio, ya que bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno ha intervenido en distintos sectores cancelando concesiones a privados y entregando actividades productivas a las Fuerzas Armadas. La industria minera es la que mayor riesgo corre de una posible intervención gubernamental, señala Moody’s. “Estos riesgos debilitarán la confianza empresarial en México, aunque esperamos que el Congreso y el Poder Judicial de México ejerzan su autoridad de revisar la congruencia de las medidas del gobierno con los marcos legales y regulatorios vigentes, lo que limitaría en última instancia las medidas que excedan los marcos legales”, dice el reporte.
“Las decisiones que contribuyan a un entorno operativo incierto y las limitaciones de infraestructura reducirán los beneficios del nearshoring”, aseguran los especialistas de la firma. “Las elecciones de 2024, incluyendo las presidenciales en México, podrían cambiar las prioridades en materia de políticas públicas con un cambio de gobierno y ofrecerían la oportunidad de tener políticas más favorables para la inversión en sectores como la energía eléctrica y las energías renovables”.
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Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.
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