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El marco legal, conocido como “Tratado de alta mar”, colocaría el 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, destinaría más dinero a la conservación marina y cubriría el acceso y el uso de los recursos genéticos marinos. António Guterres afirma que se trata de un gran avance tras casi 20 años de negociaciones.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, felicitó a los países miembros de las Naciones Unidas por haber terminado un texto que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional. Se trata de un gran avance después de casi dos décadas de negociaciones, dijo.
“Es una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”, apuntó Guterres la noche del sábado en un comunicado de su portavoz, apenas unas horas después de que se alcanzara el acuerdo en la sede de la ONU en Nueva York, donde tuvieron lugar las negociaciones finales sobre el borrador del tratado durante las últimas dos semanas.
El acuerdo conseguido por los delegados de la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional es la culminación de una serie de conversaciones facilitadas por la ONU desde 2004.
El marco legal, conocido como “Tratado de alta mar”, colocaría el 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, destinaría más dinero a la conservación marina y cubriría el acceso y el uso de los recursos genéticos marinos.
Guterres sostuvo que el tratado es crucial para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
“También es vital para lograr los objetivos y metas relacionados con los océanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”, acotó, refiriéndose al llamado compromiso ’30×30′ para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030, logrado en una conferencia de la ONU en Montreal en diciembre pasado.
Tras señalar que la decisión de Conferencia sobre Biodiversidad Marina se basa en el legado de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el Secretario General elogió a todas las partes por su ambición, flexibilidad y perseverancia, y aplaudió el liderazgo y dedicación de la embajadora Rena Lee, de Singapur.
“Damas y caballeros, el barco llegó a la costa”, declaró la embajadora Lee el sábado en la noche al anunciar el acuerdo con una prolongada ovación de pie en la sala de reuniones donde se cerró el acuerdo. Las delegaciones se volverán a reunir más adelante para adoptar formalmente el texto.
António Guterres reconoció el apoyo crítico en la consecución del Tratado de alta mar de las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, las instituciones académicas y la comunidad científica.
Guterres aseveró que seguirá trabajando “para asegurar un océano más saludable, resistente y productivo, que beneficie a las generaciones actuales y futuras”.
El futuro de nuestros océanos está en juego y sobre ello están negociando ahora mismo los países reunidos para terminar de redactar un tratado que quiere preservar la diversidad biológica del mar y llevarla más allá de las zonas marítimas reservadas a los Estados.
Tras una semana de debates y actos en Lisboa, Portugal, la Conferencia de la ONU sobre los Océanos terminó con el respaldo de los gobiernos y jefes de Estado a una nueva declaración política para salvar esos ecosistemas.
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