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Mónica Tapia A. es directora de la organización Ruta Cívica. Mariana Linares Cruz es periodista y productora. Ambas son cofundadoras de la plataforma Aúna.
Los resultados de las campañas políticas para las elecciones del 6 de junio marcarán el futuro democrático de México. Pero mientras los feminicidios, la violencia, la militarización y la polarización política siguen en aumento, quienes vivimos estos problemas pareciéramos estar paralizados ante esta inercia: nos dedicamos a compartir nuestra indignación o a evadir estas dolorosas realidades en redes sociales y chats familiares.
Al final, parece haber más interés ciudadano en los videos ridículos de lxs candidatxs que en sus propuestas —27% de los votantes no tiene preferencia por algún partido en este momento—. Y cuando más urgencia tenemos de hablar sobre el tema, la frase “aquí no se habla de política” se impone cotidianamente, por lo cual terminamos votando por “el menos peor” sin haberlo discutido antes.
Quienes formamos Aúna vivimos en una política tradicional que consideramos está desgastada, donde se exhiben una y otra vez promesas inalcanzables y vacías, falta de propuestas reales y una oposición inexistente. En contraste, el feminismo involucra, compromete y también llama a la acción. Así nació Aúna: reivindicando la necesidad de, mediante el feminismo, hablar, construir y actuar en políticas de agendas de cambio y de apoyar a mujeres con diversos estilos de liderazgos.
Hace más de dos años surgió desde un chat feminista una pregunta provocadora: “¿Y por qué no hacemos un partido feminista, que los reemplace a todos?”. Ese punto de partida nos llevó a la idea de construir la primera plataforma en México para seleccionar, formar y acompañar a diversas mujeres que quisieran ser candidatas y representantes electas con agendas comunes de transformación. Para ello tomamos el ejemplo de otras plataformas como Justice Democrats, She Should Run —con 25,000 asociadas que apoyan a mujer políticas— o Emily’s list —que impulsa a legisladoras que defienden los derechos reproductivos— en Estados Unidos; Somos Muitas en Brasil; Estamos Listas en Colombia; Vota X Nosotras para el constituyente chileno; y el Women’s Equality Party para concejos locales en Inglaterra. Todas ellas están llevando a más mujeres a la política, representando nuevas agendas y demandas, y oxigenando sistemas políticos polarizados y anquilosados. La representante electa más joven en el Congreso estadounidense, Alexandria Ocasio-Cortez, es una de las figuras visibles de esta tendencia creciente.
Aúna, como esas plataformas, busca mantener un esfuerzo organizativo en el tiempo. Este 2021 es el momento inicial, que abre la ruta para los próximos momentos electorales. Actualmente hay 50 mujeres nominadas después de un proceso de selección. Algunas provienen de colectivos y organizaciones comprometidas con sus comunidades y con la defensa de agendas específicas. Ayudó a esta selección conocer de cerca el desempeño de distintas legisladoras, quienes buscaban la reelección, y los contextos adversos a los que se enfrentan cotidianamente dentro de los Congresos y sus partidos. Tuvimos la oportunidad de escuchar a políticas con larga experiencia y voces nuevas que buscan fortalecer la verdadera representación política.
Para las elecciones de este año, la mitad de nuestras seleccionadas lograron obtener una candidatura y se encuentran en campaña. Hubo 12 nominadas Aúna que no llegarán a la boleta electoral este año porque sus partidos les negaron esas candidaturas, y 11 más tomaron la decisión de no seguir adelante debido a los obstáculos personales, económicos, familiares y sociales que muchas mujeres en política enfrentan. Al acabar las campañas, Aúna seguirá desarrollando habilidades de resiliencia y liderazgos colaborativos para que las nominadas y otras mujeres se mantengan dentro de la política.
En esta primera generación de Aúna las mujeres nominadas tienen en común los obstáculos que deben superar para entrar y mantenerse en la política, su liderazgo en un mundo predominante masculino y patriarcal donde rápidamente se convierten en “incómodas” por su propia autonomía y voz, su compromiso social y feminista, y el pensar, hacer y coordinar cambios en sus comunidades.
Las candidatas son diversas en los cargos a los que aspiran —desde regidoras hasta diputadas federales—, así como las regiones —desde Sonora hasta Guerrero— y los partidos por los que compiten: Movimiento Ciudadano, Morena, Futuro Jalisco, Partido Acción Nacional, Partido Verde y Partido de la Revolución Democrática.
Aúna tiene el objetivo de seguir acompañando a sus nominadas una vez electas para apoyarlas en desarrollar propuestas, iniciativas legislativas, planes de gobierno y algo fundamental para cualquier proyecto democrático: fortalecer la rendición de cuentas como una responsabilidad intrínseca a cualquier cargo de representación política.
Aúna es también un experimento para el pluralismo democrático al que aspiramos, donde el cemento no son las lealtades políticas sino las agendas de cambio; es decir, el diálogo, la deliberación y los acuerdos para construir un país igualitario, con mayor justicia, bienestar y protección del medio ambiente.
Para ello hemos creado diálogos entre expertxs nacionales y locales, organizaciones, académicxs, mujeres integrantes y nominadas de Aúna en cinco ejes de trabajo: 1) construcción de paz y justicia; 2) políticas ambientales; 3) políticas económicas para la equidad; 4) políticas para el bienestar; 5) igualdad de género.
En términos de formación, elaboramos un programa que incluye acciones personalizadas para cada nominada, de acuerdo a las necesidades que ellas mismas plantean: capacitaciones en liderazgo, manejo de medios, actualización de comunicación digital, articulación de redes, y negociación y diálogo compartido con las dirigencias partidistas para concretar sus candidaturas.
La violencia política de género sigue creciendo en México y en 2019 hubo 79 amenazas de muerte contra políticas mexicanas, un crecimiento de 276% respecto al año anterior. No se trata de conceptos ni matices, se trata de hechos específicos: menos dinero para ellas en las campañas, ataques constantes a sus equipos, malos espacios para la comunicación de sus ideas, y afrentas directas en redes sociales, actos públicos y hasta en sus espacios personales. Hay una constante amenaza contra sus vidas. Ante ello, estamos elaborando estrategias de prevención de riesgos, capacitación y monitoreo de nuestras candidatas tanto a ras de tierra como en la nube digital.
Aúna se ha construido con las aportaciones, el talento, el tiempo, los conocimientos técnicos y la enorme solidaridad de más de un centenar de mujeres. El trabajo en este año ha sido a distancia, en pandemia, a contra corriente por la imposibilidad de vernos y trabajar juntas. Pero ha sido contundente e imparable al escuchar las diferencias y saber que no hay manotazos, que sí hay otra manera de hacer y ser política. El debate y el diálogo son la forma, y no la imposición ni la indiferencia. Aúna es la convicción de que somos un país y una política mejor.
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