El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado más detalles sobre la modificación al actual sistema de pensiones para los trabajadores, que anunció hace solo unos días en Veracruz. La iniciativa de Reforma en materia laboral, explicó, tendrá como uno de sus propósitos modificar y “corregir” la legislación vigente originada en el sexenio de Ernesto Zedillo, en 1997. “Tenemos que corregir eso gradualmente en un acuerdo con empresarios y con trabajadores, pero para tranquilidad de empresarios y de trabajadores, el Gobierno va a asumir una parte considerable de este desequilibrio”, aseguró durante su conferencia de este lunes.
Las declaraciones del mandatario ponen énfasis en la intención de su Gobierno para que, a través de la reforma, los trabajadores puedan jubilarse con el 100% de su último salario y de esa forma modificar lo establecido por la ley. “Estamos ya trabajando en una corrida financiera para ver en cuánto tiempo resolvemos que el trabajador se jubile con su sueldo último y no que se le reduzca a la mitad su pensión”, dijo.
El mandatario asegura que, cuando se llegue el momento, hará una explicación y exposición de las modificaciones que pretende incluir en la Reforma de ley, en la que también prepara un ajuste constitucional para que el salario mínimo no aumente menos que la inflación y “que nunca más vuelva a permitirse esa gran injusticia”. Además, informó que hará una revisión integral sobre lo correspondiente a la entrega de las pensiones a jubilados, el manejo de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), y la rebaja para que quienes terminan después de 30 años de trabajo: “Por eso muchos no quieren jubilarse. Y esto va a hacer crisis, va a ser peor cuando entre completamente en vigor o se empiece a aplicar la reforma de Zedillo de 1997″.
Después de más de 25 años administrando los ahorros de los trabajadores, las Afores ya se están encargando de otorgar las primeras pensiones a los empleados con la edad y el tiempo laboral requerido para poder jubilarse y que han quedado inscritos bajo el régimen de pensiones de 1997.
En términos técnicos, el porcentaje del salario con el que se retira un trabajador se le conoce como tasa de reemplazo, y la propuesta del presidente es que sea del 100%. Sin embargo, no hay ningún país en el mundo que retribuya al 100% a sus jubilados. De acuerdo con el Panorama de Pensiones elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales de 2023, los países con mayores niveles de desarrollo tienen tasas de reemplazo cercanas al 85%. Tal es el caso de Bélgica, con 83,8% o Luxemburgo, con 72%.
Consultado por EL PAÍS, Carlos Ramírez Fuentes, socio director de la firma Integralia, explica que la reforma de 1997 respondió al cambio demográfico de los mexicanos y se modificó el régimen de pensiones contributivas con un beneficio definido, donde el Estado es el principal encargado de financiar las pensiones, a un esquema de contribución donde el empleador y el trabajador son los responsables del ahorro para el momento del retiro. Por más de 20 años, la aportación obligatoria a este fondo de jubilaciones fue de 6,5% del salario base. “Si tú aportas el 7% (de tu salario), entonces te retiras con el 30 o el 35% de tu último sueldo, no hay más”, refiere.
Algunos analistas y trabajadores han expresado su preocupación ante las declaraciones del mandatario, sobre todo para que se explique de cuánto dinero corresponderá la partida financiera mencionada y si habrá otros mecanismos para sostener la propuesta.
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Es periodista de la edición mexicana de EL PAÍS.
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