Oaxaca de Juárez, Oax; a 5 diciembre de 2023. Elecciones 2024, una mujer en la presidencia. Uno de los logros más significativos en la política moderna ha sido la inclusión de mujeres en puestos de toma de decisiones. El actual gobierno federal está integrado por 19 Secretarías de estado, de las cuales, al inicio de la administración, 8 de las titularidades eran ocupadas por mujeres, sin embargo, los cambios en el gabinete han conducido a que a fechas actuales 10 de los puestos estén a cargo de hombres y 8 de mujeres, históricamente la paridad sustantiva ha sido menguada por la incapacidad de inclusión de las mujeres en cargos a nivel de Secretarías de estado. ¿Será el 2024 el parteaguas político nacional en materia de género? México es uno de los pocos países en Latinoamérica que no ha tenido una mujer presidenta, sólo seis mujeres han sido candidatas desde 1982: Rosario Ibarra de Piedra (1982 y 1988), Cecilia Soto (1994), Patricia Mercado (2006), Josefina Vázquez Mota (2012) y Margarita Zavala (2018). Ninguna de ellas logró obtener más del 25% de los votos. La más votada fue Vázquez Mota, con el 25.41%, seguida por Zavala, con el 12.18%. Las demás obtuvieron menos del 5%. En el 2014, se estableció la obligación de que los partidos postulen al menos el 50% de candidatas mujeres a todos los cargos de elección popular. Esto ha permitido que las mujeres ocupen el 48.2% de las diputaciones federales y el 49.2% de las senadurías en la actual legislatura. En enemigo número uno de las mujeres que aspiran a un puesto público es la violencia política, conforme al observatorio de Violencia Política contra las Mujeres en México, entre septiembre de 2018 y junio de 2021 se registraron 3,092 casos de agresiones contra mujeres políticas, que incluyen amenazas, intimidaciones, difamaciones, ataques físicos y asesinatos.
Las inminentes candidatas a la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum por MORENA y Xóchitl Gálvez por el PAN representan un puente hacia la igualdad sustantiva, hacia la igualdad de facto, teniendo el apoyo y aceptación total de sus partidos y de su militancia, el pueblo tiene la última palabra, la capacidad de convencer y vincular sus ideales políticos con los ideales y necesidades del pueblo serán la clave en las urnas.
Hoy México presenta uno de los escenarios más favorables para tener una mujer en la presidencia, que el machismo, la discriminación y la violencia política no impidan una realidad latente: la política también fue hecha para las mujeres y las mujeres también pueden hacer política.